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Muchos de nosotros estamos familiarizados con la experiencia de darnos cuenta de que nuestras vidas ya no funcionan como antes. Este despertar a menudo se debe a cambios internos que ocurren con el tiempo y, en ocasiones, son parte de un cambio mayor que afecta a toda la humanidad. Estos cambios se están produciendo a un ritmo tan acelerado que es difícil prever lo que nos depara el futuro.
Como resultado, muchas de las viejas formas de planificar nuestra vida ya no son aplicables. Aferrarnos a ellas nos deja extrañamente fuera de sintonía con la realidad. Por el contrario, cuando estamos en armonía con las energías que nos rodean, comenzamos a cuestionar ideas que hace apenas unos años parecían sensatas.
En términos simples, el cambio que estamos experimentando tiene que ver con reconocer que somos más que nuestras limitaciones humanas. Nuestros aspectos terrenales son solo una parte muy pequeña de lo que realmente somos: seres multidimensionales.
Al darnos cuenta de esto, la vida que planeamos desde una concepción limitada de nosotros mismos ya no encaja. Debemos satisfacer las necesidades y requisitos no solo de nuestros cuerpos, sino también de nuestras almas.
Esta comprensión se despierta lentamente para algunos y con la rapidez de un relámpago para otros. Todos debemos encontrar la manera de integrar este nuevo y más amplio sentido del yo en nuestro plan de vida.
A veces, un cambio drástico se siente completamente adecuado, y de la noche a la mañana podemos decidir vender nuestra casa y mudarnos a otro país, o renunciar a nuestro trabajo y comenzar una nueva carrera.
Otras veces, permitimos que los cambios avancen lentamente, comenzando tal vez por permitirnos soñar con una nueva vida o simplemente haciéndonos preguntas más profundas que nos animen a descubrir nuestro verdadero propósito. De cualquier manera, es importante reconocer que este proceso es una señal natural de evolución por la que todos estamos pasando. Confía en él como guía hacia la vida de tus sueños.
La Metodología Xpand: El camino de claridad, equilibrio y transformación del capital humano.
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